La empresa bio-bean ha creado un sistema para utilizar los desechos del café molido que ya no quieren los locales de Londres y reaprovecharlos para crear un tipo de combustible alternativo para los autobuses de Londres.
El compuesto esta formado por un 80% de diésel y un
20% de biocombustible( obtenido a partir de los posos del café).
La compañía ha producido 6.000 litros de aceite de café
para el proyecto piloto que se está llevando a cabo con el permiso de las
autoridades de transporte de la capital inglesa. Con esa cantidad de litros, un
autobús puede estar un año desplazándose sin necesidad de utilizar otro tipo de
combustible.
La compañía recolecta los granos de café de fábricas, restaurantes
y cafeterías y los reaprovecha. Los granos se secan para extraer el aceite de
café. Ese producto líquido se mezcla con otros combustibles para crear el biocarburante
B20, que se puede utilizar en los motores de diésel de los autobuses sin
necesidad de modificarlos.
Bio-bean recoge diariamente miles de kilos de posos de café en establecimientos londinenses y de otras ciudades de Inglaterra para luego transformarlos en aceite en su fábrica de Cambridge. Allí, procesan unas 50.000 toneladas al año que es el equivalente a 100 tazas de café por segundo u 8.000 millones al año. La que posteriormente se encarga de mezclar el aceite procedente de los posos de café con otros carburantes de origen animal o vegetal para elaborar el biocombustible final. El biodiésel se obtiene siempre a partir de materias primas que contienen grasas y aceites.
Según indica
bio-bean,"B20 biodiesel reduce hasta en un 15% las emisiones de dióxido de
carbono comparado con el diésel común".
Según bio-bean, Reino
Unido produce 500.000 toneladas de desechos de café molido cada año. Al
reutilizarlos, evitan que vayan a los vertederos y emitan metano (gas 28 veces
más perjudicable que el dióxido de carbono) y dióxido de carbono cuando se
descomponen