El 20% de las personas mayores viven solas.Muchas de ellas se sienten solas y eso es perjudicable para su salud.Aunque no todos prefieren irse a una residencia antes que vivir solos.
El programa Convive hace posible que un
estudiante universitario viva en casa de una persona mayor durante el
curso académico. Las personas mayores del programa se valen por sí
mismas para la vida diaria,aunque prefieran contar con apoyo y
compañía en su casa. Los universitarios comparten las tareas y
los gastos de la casa de la persona mayor.
El edadismo se aplica a una persona mayor por su edad.hace que se consideren inferior a la persona mayor por el solo hecho de serlo. Se
les asocia con la enfermedad y la incapacidad de las tareas cotidianas y con la incapacidad para aprender y adaptarse a los cambios. Estos prejuicios nos impiden conocer a nuestros mayores tal como son.
Faltan recursos económicos y humanos
para asegurar la cobertura social de nuestros mayores. Además, las bajas pensiones y el copago
farmacéutico han deteriorado su calidad de vida.
La mayor parte de la tercera edad son mujeres.Una gran mayoría de las
mujeres que ahora son mayores, tuvieron que quedarse en casa cuidando a
los hijos o trabajaron de manera alterna. Esto provoca que tengan
unas pensiones más bajas y una posición económica más débil y
dependiente.
Los universitarios demuestran que, en un entorno de confianza y de
respeto, son capaces de comprometerse y de implicarse para mejorar su
propia vida y la de los demás. Aportan presencia, seguridad, respeto,
cariño y reconocimiento a las personas con las que comparten al menos un
curso académico. Los universitarios contribuyen a la ruptura de
prejuicios sobre las personas mayores al contar en sus entornos lo que
supone una convivencia intergeneracional como la que ofrece el programa
Convive.
No hay comentarios:
Publicar un comentario